Vete a dormir.

Vete a despertar a Mary.

Recoge tus cosas y vete.

Por favor vete y deja de molestarme.

Vete cuando quieras.

Mejor vete a casa.

¡Coge la ropa sucia y vete a lavarla!

Si no me crees, vete y velo por ti mismo.

Vete de aquí.

Ahora vete a pasarlo bien.

Vete a buscar una caja de tizas para el profesor.

Vete a dormir pronto.

Vete a la panadería y compra diez panes y un litro de leche.

Si estás cansado, vete a dormir.

Si estás cansada, vete a la cama.

Vete con tus padres a la iglesia y reza por ella.

Vete a la escuela.

-Quiero que vayas -dijo la madre- ¡y vete ahora!

Vete a la ferretería a comprar un rollo de cinta aislante.

Tienes que encontrar mi pavo o pagármelo. Vete y búscalo por los alrededores, no puede haberse ido muy lejos.

¡Por favor, vete!

Por favor, vete y para de fastidiarme.

Mejor vete.

Ahora vete.

Vete de una vez, o vas a llegar tarde al colegio.

Mejor vete. Se está haciendo tarde.

Vete a jugar con los niños de tu edad.

Vete p'allá.

Vete antes de que te vean.

Mejor vete a casa ya.

Vete a casa, ahora.

Vete a buscar a Tom.

Si no estás contento, vete a otro sitio.

Si quieres ir allí, vete sin mí: lo siento, pero no puedo ir.

Vete a casa.

Vete al garaje.

Vete al hospital.

Por favor, vete a la escuela.

Vete a besar a otro.

Vete a la escuela, por favor.

Ven y aprende, vete y enseña.

Vete a despertar a Tom.

Mejor vete por si pierdes el autobús.

Vete a la cama.

Vete a dormir, Tom.

Vete ya o perderás el autobús.

Vete a jugar con Tom.

Apaga la luz y vete a dormir.

Si quieres venir con nosotros a la calle, vete a vestir rápido.

Estoy muy cansada, vete de aquí porque no quiero verte.

Vete a por ello.

Vete a contarle esas trolas a otro.

Si te pones enfermo, vete al médico.

Ya es tarde, vete a casa.

—Me voy al campo. —Vete.

Corre, vete a casa.

Dolor, dolor, vete de aquí.

¡Vete, dolor, vete!

Vete con tus amigos.

Vete.

Vete de mi clase.

Vete a hacer gárgaras.

Vete de mi casa.

Si no quieres aguantar la cola, vete más temprano.

Al acabar, vete de aquí.

Una vez acabes, vete de aquí.

Cuando acabes, vete de aquí.

Cuando hayas acabado, vete de aquí.

Al terminar, vete de aquí.

Tan pronto acabes, vete de aquí.

Por favor, vete a por unas servilletas.

Vete atrás y coge carrerilla.

Vete ya a la cama.

Vete mañana.

Por favor, vete.

Vete de paseo.

Vete a pasear.

Vete a hacer algo.

Vete a duchar.

Vete a bañar.

Vete a ver esa película, que mola mazo.

Cálzate las botas y vete al bosque a por leña.

Yahvé dijo a Abrán: "Vete de tu tierra, de tu patria y de la casa de tu padre a la tierra que yo te mostraré."

"Ahora, pues, aquí tienes a tu mujer: tómala y vete."

"Vete", le contestó la hija del Faraón. Fue, pues, la joven y llamó a la madre del niño.

Ella respondió: "Vete, hija mía."

Booz dijo a Rut: "¿Me oyes, hija mía? No vayas a espigar a otro campo ni te alejes de aquí; quédate junto a mis criadas. Fíjate en la parcela que siegan y vete detrás de ellas. ¿No he mandado a mis criados que no te molesten? Si tienes sed vete a las vasijas y bebe de lo que saquen del pozo los criados."

Booz dijo a Rut: "¿Me oyes, hija mía? No vayas a espigar a otro campo ni te alejes de aquí; quédate junto a mis criadas. Fíjate en la parcela que siegan y vete detrás de ellas. ¿No he mandado a mis criados que no te molesten? Si tienes sed vete a las vasijas y bebe de lo que saquen del pozo los criados."

"Vete, reúne a los ancianos de Israel y diles: 'Yahvé, el Dios de vuestros padres, el Dios de Abrahán, de Isaac y de Jacob, se me apareció y me dijo: Yo os he visitado y me he dado cuenta de lo que os han hecho en Egipto."

"Así pues, vete, que yo estaré en tu boca y te enseñaré lo que debes decir."

Moisés regresó a casa de su suegro Jetró y le dijo: "Permíteme volver a mis hermanos de Egipto para ver si aún viven." Jetró respondió a Moisés: "Vete en paz."

Yahvé dijo a Aaron: "Vete al desierto al encuentro de Moisés." Él fue y lo encontró en el monte de Dios y lo besó.

Yahvé respondió a Moisés: Pasa delante del pueblo, toma contigo algunos de los ancianos de Israel; lleva también en tu mano el cayado con que golpeaste el Río y vete.

Vete, antes de que sea tarde.

Ahora por favor, vete.

Vete antes de que nos vea tu madre.

Vete a contarle esas mentiras a otro.

“Vete, ella te está esperando”.

Vete, Tom.

La puntuación alemana es pedante, la inglesa es caótica y para el esperanto el Dr. Zamenhof sugirió que tomáramos de referencia nuestra lengua materna, así que vete tú a saber.

Vete. No eres bienvenido aquí.