Me gusta la forma de reír de ella.

El hombre es el único animal capaz de reír.

Nos pusimos a reír cuando contó el chiste.

Mi hermana se echó a reír a placer.

No podía dejar de reír.

Le encantaba reír y disfrutar de la vida.

El noventa y nueve siempre me hace reír.

No sé si reír o llorar.

No pude contener las ganas de reír.

Su marido la hace reír cada día.

Silvia se echó a reír en mitad de clase, provocando así que la echaran.

Su broma nos hizo reír a todos.

No te pongas a reír así. Es espeluznante.

El niño llora en vez de reír.

Sólo los seres humanos pueden reír.

No me hagas reír.

¡No me hagas reír!

A veces me entran ganas de reír.

El tranvía de Bruselas innova: antes, anunciaba tanto de una manera oral como visual el nombre de la parada que acabábamos de pasar en lugar de la siguiente; ahora, anuncia visualmente la que acabamos de pasar y oralmente aquella que vendrá la siguiente. Obviamente, esto hace reír mucho a las personas de Bruselas, pero mucho menos a los turistas, que están completamente perdidos.

Te podés reír de mí.

Ella rompió a reír.

Me hacía reír mucho.

Al acostumbrarse a poner y a leer emoticonos y otras abreviaciones encargadas de indicar el tono del mensaje, los jóvenes vacían las lenguas de su carga emocional, relegando las palabras a una simple información insípida, llegando al punto de ser incapaces de detectar la más mínima emoción sin estos símbolos. Es para preguntarse cómo nuestros ancestros podían reír o llorar con las correspondencias que recibían. Las lenguas, antes tan ricas en esta dualidad, ahora están evolucionando para convertirse en combinaciones de dos sistemas de símbolos distintos: uno para el contenido, el otro para el tono.

Es nuestro turno de reír.

Cuando Mary vio a Tom desnudo, se puso a reír.

Estar de mal humor da lugar a enfermedades graves, reír a carcajadas aumenta la esperanza de vida.

No podían parar de reír.

Él nos cuenta qué lo hace reír.

No pude parar de reír.

La gente se va a reír de vos si hablás de esa forma.

Todo el mundo se echó a reír.

Tom no sabía si reír o llorar.

No podía parar de reír.

Los alumnos se echaron a reír.

No puedo hacer reír a Taninna. No le gustan mis bromas.

Eso me hizo reír.

En la oscuridad, ella le pudo oír a él y a sus invitados charlar y reír.

Las niñas se pusieron a reír.

Fue la primera vez que imité al profesor e hice reír a mis compañeros.

El rostro te lo dan gratis, pero reír lo tienes que hacer tú mismo.

Bueno ya, él sabe cómo hacer llorar a las mujeres, pero yo sé como hacerlas reír.

No me gusta su forma de reír.

Me haces reír mucho.

Te vas a reír a carcajadas cuando oigas este chiste.

Tal vez un día las máquinas puedan pensar, pero nunca podrán reír.

Todos se pusieron a reír al mismo tiempo.

No puedo reír ni llorar.

Me gusta hacer reír a María.

La sala rompió a reír.

Su historia era tan graciosa que nadie puede evitar reír.

No sé si debería llorar o reír.

Nunca la he visto reír.

No puedo dejar de reír.

Tómate tiempo para reír. La risa es la música del alma.

Ellas no podían dejar de reír.

Todo el curso se puso a reír de su chiste.

No me pude evitar reír cuando lo vi.

María leyó la tarjeta de negocios del colega de Tom y se puso a reír.

Él se va a reír al techo.

Intentemos hacer reír a Tom.

Me hiciste reír.

Sus bromas nos hicieron reír a todos.

Hizo reír a los niños.

Todo el mundo se empezó a reír.

Nunca te he visto reír.

Me encanta verte reír.

Tom dejó de reír.

Se echó a reír.

Ella me miró y se puso a reír.

Tom me hace reír.

Me hicieron reír.

Incluso hice reír a Tom.

Este libro me hizo reír mucho.

De pronto, todos se pusieron a reír juntos.

De pronto la novia se puso a reír a carcajadas.

Haga lo que haga, no logro hacer reír a Tom.

Ella me miró y en seguida se puso a reír.

¿Te acuerdas de cuando te hacía reír? ¿A que nos divertíamos mucho?

Todos los estudiantes se echaron a reír.

Tú tendrás estrellas como nadie las ha tenido... Cuando mires al cielo, por la noche, como yo habitaré en una de ellas, como yo reiré en una de ellas, será para ti como si rieran todas las estrellas. ¡Tú tendrás estrellas que saben reír!

Pensé que eso la haría reír.

No podíamos parar de reír.

No pudimos parar de reír.

Tom no fue capaz de hacer reír a Mary.

Las mujeres se echaron a reír burlándose de él.

Eso siempre me hace reír.

Me gusta reír.

No tengo ganas de reír.

Nadie podía hacer reír a la princesa.

Te vas a reír.

Con humor es más fácil seducir a las mujeres, pues a la mayoría de las mujeres les gusta reír antes de empezar a besar.

¿Qué te hizo reír?

Nunca he visto reír a Tom.

Tom se echó a reír.

Tus comentarios me hacen reír.

En el momento en que ella me vio, empezó a reír.

Te vi reír.

Me haces reír.

Me haces reír todo el tiempo.

Esa persona es muy faceta, siempre nos hace reír con sus historias.

Esa persona es muy graciosa, siempre nos hace reír con sus historias.