Se oyó un sonido en el dormitorio.

Tan pronto como oyó el choque, salió corriendo de su casa.

Ella oyó a un perro ladrar a lo lejos.

A ella le entraron ganas de llorar cuando oyó la noticia.

Después de escuchar una canción en árabe durante diez segundos, finalmente Dima oyó una voz familiar decir "¡as-salamu alaykum!".

Después de escuchar una canción en árabe durante veinte segundos esta vez (ya que si la hubiera escuchado durante diez segundos ésta sería una oración duplicada), finalmente Dima oyó una voz familiar decir "¡as-salamu alaykum!".

En cuanto oyó el timbre, contestó el teléfono.

Ella vino aquí tan rápido como lo oyó.

Ella vino aquí en cuanto lo oyó.

Estaba a punto de dormirse cuando oyó que alguien decía su nombre.

Cuando oyó la noticia se quedó blanco.

Se puso pálido cuando oyó la noticia.

Le oyó llorar en mitad de la noche.

Le oyó llorar.

Ella le oyó gritar.

Ella le oyó cantar su canción favorita.

Ella le oyó cantar.

Ella gritó pidiendo auxilio, pero nadie le oyó.

Nadie lo oyó.

Ella le gritó, pero él no la oyó.

Cuando oyó los pasos de su madre, Ernesto hizo como si estudiara, pero cuando ésta se alejó, volvió a jugar con el ordenador.

Cuando lo oyó, le entraron ganas de llorar.

Él se sentó y oyó la radio.

Tom estaba a punto de colgar cuando oyó gritar a Mary.

Él empezó a llorar apenas oyó la noticia.

Ella se volvió cuando oyó una voz tras ella.

Tom oyó a Mary roncando en clases.

Él oyó un grito.

Ella lo oyó gritar, así que entró corriendo a su habitación.

Tom oyó un golpe en la puerta.

Tom oyó gritar a Mary.

Cuando oyó el nombre siendo divulgado en la televisión, entró en estado de shock.

Tom lo oyó y se enfadó.

Chris no pudo ocultar su tristeza cuando oyó que Beth no había sido capaz de encontrar su valioso reloj.

El oyó que lo llamaban.

Tom oyó por casualidad a Mary hablar acerca de él.

Tom oyó un ruido.

Se puso a llorar en cuanto oyó la noticia.

Tom oyó que Mary se había comprado un computador nuevo.

Tom oyó que Mary había muerto.

Tom oyó que Mary estaba enferma.

Tom oyó que Mary era muy rica.

Si comparamos la edad del planeta Tierra, considerada de cuatro mil quinientos millones de años, con la de una persona de 45 años, entonces, cuando empezaron a florecer las primeras plantas, la Tierra ya tendría 42 años. Solo convivió con el hombre moderno durante las cuatro últimas horas y, hace alrededor de una hora, lo vio empezar a plantar y a recoger. Hace menos de un minuto, oyó el ruido de las máquinas y de las industrias, y fue en esos últimos sesenta segundos que se produjo toda la basura del planeta.

Cuando ella oyó la noticia, suspiró decepcionada.

Tom oyó que Mary y John habían terminado.

Tom oyó a Mary hablar acerca de John.

Cuando ella oyó eso, se echó a llorar.

Él lo oyó llorar a la medianoche.

El centrocampista se dispuso a chutar el balón, cuando oyó un cohete lanzado por un aficionado del equipo contrario y se desconcentró.

Cuando oyó el pitido, cruzó la calle.

Rompió en lágrimas de alegría cuando oyó la noticia.

Ella oyó a alguien pidiendo ayuda.

Tom oyó a Mary cantar en la ducha.

Ella tembló de miedo en el momento en que oyó su voz.

Él no oyó que dijeran su nombre.

Cuando lo oyó, rompió a llorar.

Oyó un grito de socorro.

Oyó un grito pidiendo ayuda.

Después de un tiempo, el hijo del rey oyó un fuerte ruido detrás de él. Se volvió hacia atrás y gritó: "¡Nuestro carro se está quebrando!"

No puedo creer que te hayas salido con la tuya escabulléndote de tu casa anoche. Tu padre no te oyó.

Tom oyó a alguien tararear su melodía favorita.

Él oyó que el perro ladraba.

Ella oyó un grito de auxilio.

Él oyó una llamada de auxilio.

Ella no oyó nada: sus pensamientos vagaban muy lejos de allí.

Tom pareció sorprenderse mucho cuando oyó que Mary y John se habían casado.

Nadie oyó sonar la campana.

Oyó a alguien pidiendo ayuda.

En cuanto oyó la noticia, empezó a sollozar.

Tom oyó sonar un claxon.

Tom oyó que la puerta trasera se abrió y se cerró.

El periodista oyó acerca de la guerra de primera fuente.

Cuando lo oyó dio un bote.

Cuando lo oyó se agitó mucho.

El guardia nocturno no oyó a los ladrones.

No estoy seguro de si Tom lo oyó o no.

Oyó al perro ladrar.

La mujer lloró cuando oyó las malas noticias.

Tom oyó el sonido de vidrio quebrándose.

Tras varias horas esperando dar con el fugitivo, por fin oyó a su compañero decirle por radio que lo había atrapado.

En su cueva subterránea él oye todo lo que la gente dice en la superficie, y lo que oyó no eran palabras halagadoras.

Él oyó un ruido en la cocina.

Tom oyó a alguien llamar a la puerta.

Ella contestó al teléfono en cuanto lo oyó sonar.

Él oyó un ruido extraño y saltó de la cama.

Cuando oyó el disparo, la primera reacción de María fue ir a la ventana.

Nadie oyó gritar a Tom.

¿Alguien oyó algo?

De repente, él oyó un sonido extraño.

Tom oyó a Mary gritándole a John.

Tom oyó algo.

Tom te oyó.

Tres horas después, el rey estaba merodeando por el castillo, en busca de algo con qué entretenerse. "Puta madre, estoy tan aburrido", se quejó con exasperación. "Los niños están en la escuela. Gwo está chambeando. Impa está en el hospital. Ganon—" De repente, el rey oyó un grito incomprensible, se dio la vuelta y vio a Fari pasarle a un lado de prisa. "Maldita sea, Fari, ¡¿qué fue eso?!" "¡Vete a la verga, Su Majestad!" Fari gritó a todo pulmón. "Vaya ... veo que andas con síndrome premenstrual como de costumbre," siguió murmurando desanimado el Rey. "Chingado, estoy bien pinche aburrido. No hay nada bueno en la tele. Nada bueno en línea. Nada bueno qué comer." A punto de salir del comedor, sus ojos fueron atraídos por una única jarra de canela sobre la mesa. Había una cucharada de canela convenientemente a un lado. En un estado más racional, el Rey habría sido razonablemente sospechoso de ello, pero ahora se encontraba tan agotado del aburrimiento que cualquier oportunidad de aliviarse de ello por un minuto se sentiría como una bendición. "Me pregunto a qué sabe la canela molida," dijo con indiferencia y se metió la cuchara en la boca.

Cuando oyó que ellos eran tan felices, y tan ricos, la envidia y el odio se levantaron en su corazón y la dejaron sin paz, y no pensó en nada más que en cómo podría llevarlos de nuevo a la desgracia.

Había sido perseguido y despreciado por su fealdad, y ahora les oyó decir que fue la más bella de todas las aves.

De repente se oyó un chirrido súbito en alguna parte. Fue muy repentino. Súbito ... Trata de decir esa palabra cincuenta veces y luego usarla en una frase.

A lo lejos se oía el tintineo de una campanilla suavemente movida por el viento. Sara lo oyó y sonrió, quizá era la señal que estaba esperando.

Tom oyó un silbido.

Tom oyó a Mary hablando consigo misma.

Tom oyó a Mary charlar con John.

Tom dice que oyó a Mary y John discutiendo.