Pero en serio, el episodio 21 casi me hizo llorar de risa.

El bebé empezó a llorar.

El bebé dejó de llorar.

Ella encerró al niño en la habitación hasta que parara de llorar.

Ella se volvió y comenzó a llorar.

A ella le entraron ganas de llorar cuando oyó la noticia.

Me entraron ganas de llorar cuando oí esa noticia.

Quien bien te quiere te hará llorar.

Ese bebé no hace más que llorar.

Ella rompió a llorar.

Cuando ella dijo "te extrañé" empezó a llorar.

El niño rompió a llorar.

La niña no hacía más que llorar.

Se larga a llorar.

Llorar no sirve de nada.

Tengo ganas de llorar.

En cuanto el niño vio a su madre, dejó de llorar.

Rompí a llorar.

Al verme, el bebé empezó a llorar.

Le hicimos llorar.

Ella sabía que si empezaba a llorar se le correría el rímel.

No puedo oír tal historia sin llorar.

Esa película le tocó la fibra sensible, no pudo evitar llorar.

Aprende a sonreír aunque quieras llorar...

Las buenas noticias le hicieron llorar.

No puedo evitar llorar.

Preferiría reírme con los pecadores que llorar con los santos.

El niño empezó a llorar.

La oímos llorar.

El bebé se puso a llorar.

Empezó a llorar.

Él no hacía más que llorar.

Este niño no hacía más que llorar.

Intentó consolarla, pero ella no paraba de llorar.

Tan pronto leyó la carta, empezó a llorar.

Ese niño no hace más que llorar.

El bebe dejó de llorar.

Cuando lo escuchó, lo único que hizo fue llorar.

Siento ganas de llorar.

No pudimos evitar llorar.

Intenté animarla, pero ella no hacía más que llorar.

Empezó a llorar en cuanto le vio la cara.

Rompió a llorar por la noticia.

Él empezó a llorar a viva voz.

Justo entró él en la habitación, que ella rompió a llorar.

Él rompió a llorar.

Le oyó llorar en mitad de la noche.

Le oyó llorar.

Cuando discutía con su marido se puso tan nerviosa que rompió a llorar.

Traté de animarla, pero ella no hacía más que llorar.

Apenas entró en la habitación, rompió a llorar.

La triste historia nos hizo llorar.

No sé si reír o llorar.

Ella se puso a llorar.

Cuando cogí al bebé en mis brazos, éste comenzó a llorar.

Quiero ver a los pájaros revolotear sobre los árboles y llorar de alegría.

Ella tenía ganas de llorar.

Siempre que veo a mi hija llorar se me parte el corazón.

Tu voz me hizo llorar.

No puedes leer esta novela sin llorar.

En el momento en que me vio, se echó a llorar.

Cuando lo oyó, le entraron ganas de llorar.

No te desmorones ahora, debes fingir ser fuerte, al menos hasta que llegues a casa y no te pueda ver nadie llorar.

No le digas eso, que va a empezar a llorar.

En cuanto me vio, ella empezó a llorar.

No soporto verlo llorar de esa manera.

Prefiero morir a verte llorar.

En cuanto me vio se puso a llorar.

Ayer vi a un hombre llorar amargamente.

La mujer del reo comenzó a llorar.

Si tienes ganas de llorar, llora.

Tom empezó a llorar.

El niño no paraba de llorar, la madre no sabía qué hacer.

Llorar no sirve de mucho.

El dinero no puede comprar la felicidad, pero es más cómodo llorar en un Maserati que en una bicicleta.

Ella se puso a llorar tan pronto entró a su cuarto.

Él empezó a llorar apenas oyó la noticia.

No tiene caso llorar sobre leche derramada.

Ya basta de llorar.

Para de llorar.

Si querés llorar, llorá.

Ese libro todavía me hace llorar.

Todos estaban a punto de llorar.

Cuando escuchó el ruido, mi hermano empezó a llorar.

Desde el accidente, ella no para de llorar.

Cuando descubrieron que habían perdido al amigo, los niños comenzaron a llorar.

Ella empezó a llorar.

Lamento haberte hecho llorar.

Cuando la dejaron sola, la niña pequeña empezó a llorar.

Tom hizo llorar a Mary.

En el instante en que la niña vio a su madre rompió a llorar.

El niño se puso a llorar.

Al dejarle solo, el bebé comenzó a llorar.

Me están entrando ganas de llorar.

Voy a la cama a llorar.

Tom se encerró en el baño y empezó a llorar.

Ella no hizo nada más que llorar todo el día.

Cuando se quemó el fusible y todo se oscureció, el bebé se asustó y empezó a llorar.

Al acostumbrarse a poner y a leer emoticonos y otras abreviaciones encargadas de indicar el tono del mensaje, los jóvenes vacían las lenguas de su carga emocional, relegando las palabras a una simple información insípida, llegando al punto de ser incapaces de detectar la más mínima emoción sin estos símbolos. Es para preguntarse cómo nuestros ancestros podían reír o llorar con las correspondencias que recibían. Las lenguas, antes tan ricas en esta dualidad, ahora están evolucionando para convertirse en combinaciones de dos sistemas de símbolos distintos: uno para el contenido, el otro para el tono.

En ese momento comenzó a llorar y no pudo calmarse en mucho tiempo.

Cuando Luisa rompió a llorar, solo su mejor amiga se acercó a consolarla.