"Yo nunca pensé en eso", dijo el hombre mayor. "¿Qué deberíamos hacer?"

"Confía en mí", dijo él.

"No puedo pensar con ese ruido," dijo ella, mirando fijamente su máquina de escribir.

—Vamos —me dijo él.

Estoy de acuerdo con la mayor parte de lo que él dijo.

El médico me dijo que dejara el tabaco.

"Navegué por el Mediterráneo en una goleta cuando tenía 17 años" dijo lenta y cuidadosamente.

Dijo: "La vi hace cinco días".

Su médico le dijo que no bebiera alcohol.

Ella no se avergonzó al decir lo que dijo.

El ingeniero nos dijo cómo usar la máquina.

Él dijo, "La administración japonesa debe aprender como tratar con los trabajadores americanos".

Haz lo que el doctor te dijo.

"Podría mostrarme su licencia de conducir, ¿por favor?" Dijo el vendedor.

Él dijo que volvería temprano a casa porque estaba cansado.

Mi papá me dijo donde sería bueno ir.

Ella dijo que le gusto.

Ella dijo que volvería muy pronto.

Ella dijo estar satisfecha con su vida.

¿Sabes qué dijo ella?

Él me dijo que tuviera más cuidado.

Él se enfureció con lo que ella dijo.

Él me dijo que había visto esa pintura antes.

Fui tonto por tomar en serio lo que él dijo.

Él dijo poder hacerlo.

Ella dijo eso como disculpa.

Sabía que lo que él dijo era cierto.

Él dijo no estar acostumbrado a hablar en público.

Él lo dijo, pero ella no lo creía.

Él dijo: "soy de Canadá".

Lo que ella me dijo ayer fue una mentira inocente.

Lo que él dijo no tiene relación con el problema.

Él no dijo la verdad para que ella no se enfadara.

"¡Pero mamá!" dijo la esposa derramando lágrimas de tristeza.

Él no dijo ni una mísera palabra.

Ella dijo que llamáramos a un médico inmediatamente.

Él me dijo que iba de compras a Shibuya.

Él dijo que la había visto a ella un mes antes.

No puedo comprender lo que ella dijo.

Él dijo que llegó allí ese día por la mañana.

No entendí lo que él dijo en absoluto.

"Él ya no vendrá", dijo el hombre que fumaba.

Él me dijo que me asegurara de la fecha.

"No lo sé", dijo Tony.

El niño me dijo por qué lloraba.

Él me dijo que está mentalizado para lo que pueda ocurrir.

Me dijo que él no haría eso en mi lugar.

Él dijo estar ocupado.

Ella dijo que él estaba enfermo y en cama, pero no era verdad.

La madre de Lucy le dijo que cuidara de su hermana menor.

Él nos dijo que partiéramos inmediatamente.

Ella dijo unas palabras de agradecimiento por el regalo.

No puedo comprender por qué él dijo eso.

Ella me dijo que quería un perro de mascota.

Él dijo que tenía hambre.

No dijo ni una palabra.

A los seis años de edad él ya había aprendido a usar la máquina de escribir y le dijo al profesor que no necesitaba aprender a escribir a mano.

"Abra la boca", dijo el dentista.

Lo dijo en broma.

Él me dijo que su padre era médico.

Él dijo que teníamos que guardar el secreto.

El profesor dijo que no nos pondría un examen esta semana.

Ella dijo: "Él es guapo."

Trate de averiguar si es verdad todo lo que dijo.

Bueno... Ella dijo que se los habías reenviado a Laura.

Hola, dijo Tom, sonriendo.

Cuando ella dijo "te extrañé" empezó a llorar.

¿Cómo te sientes acerca de lo que ella dijo?

Mamá dijo lo mismo. Pero, ¿y qué? no tiene nada que ver conmigo.

Él dijo que quería algo de dinero.

Él dijo: "¡déjame solo!"

Ella me dijo "abre la ventana".

Él les dijo a ellos que la pasó estupendo.

Él les dijo que se lo había pasado muy bien.

"Con eso parecería un verdadero James Bond " se dijo Dima a sí mismo, y entró en la tienda.

- No se preocupe, -dijo Dima, intentando que la mujer se sintiera más cómoda- no es mía.

Ella dijo que era feliz.

Él me dijo que estaba muy cansado en ese momento.

María se dijo a sí misma "soy muy afortunada".

Betty nunca dijo nada.

Ella me dijo que abriera la ventana.

- Bueno, -dijo la dependienta haciéndole una señal a Dima para que la siguiera hasta la caja registradora- entonces son 3.000.000,99.

- Quiero decir... Mi vida -dijo Dima- Bueno, hay 3.000.000 BYR en esta maleta.

Cuidadosamente, la mujer contó el dinero, y finalmente dijo "pero todavía faltan los 0,99".

Él me dijo que estaba ocupado en ese momento.

Él dijo: "son las nueve."

—Este castillo está encantado —dijo estremeciéndose.

El rey, convencido, dijo a los sastres de preparar un traje, pero él tampoco veía esta tela.

Toda la gente alabó al traje del emperador sin verlo para no parecer estúpida, hasta que un niño dijo: “¡Pero el rey va desnudo!”

Dijo que vendría y vino.

- Pero tres millones es todo lo que tengo -dijo Dima-. Nada más y nada menos.

Ella me dijo: "yo te amo".

Ella me dijo "te quiero".

Él no mintió. De hecho, dijo toda la verdad.

- No hacemos descuentos -dijo la mujer duramente-, no importa lo pequeños que sean. Ahora, por favor, quítese el traje si no se lo puede permitir.

- Espere un momento, -dijo Dima sacando su teléfono- conozco a alguien que podría prestarme algo de dinero.

Él dijo la verdad.

Ella dijo: "soy muy feliz".

Ella dijo: "estoy muy contenta."

—Me parece que el prefijo del Líbano es el 961 —dijo la dependienta.

—Gracias —dijo Dima mientras marcaba el número.